Queridísimo Robert Kiyosaki,

Me dirijo a ti con mucha confianza porque eres una persona que está presente en mi vida en el día a día.

Soy una alumna del programa de Coaching de Rich Dad y acabo de terminar la primera etapa con mí Coach.

Te conozco solo desde hace año y medio a través de un programa que hice y desde entonces he leído todos tus libros y juego al Cash Flow cada domingo con un grupo de amigas. Son las mejores tardes de domingo que nadie pueda imaginar, no nos las perdemos por nada del mundo y siempre aprendemos algo nuevo. Siempre digo que es un juego mágico porque sus enseñanzas no tienen fin. Últimamente he aprendido a no tirar los dados al azar, siempre tenemos que tener una intención, un deseo antes de cada acción que ejecutemos. Y qué decir de la casilla de la Caridad, la practiqué durante muchos años en mi vida y nunca me faltó el dinero, la dejé de practicar y todo se volvió escasez, mi marido decía que eran cosas mías pero yo siempre he creído en el diezmo. En la vida no tenemos que esperar a caer en ninguna casilla para ejercer la Caridad, la podemos aplicar cada día y esta enseñanza tan poderosa no la conoce casi nadie y sin embrago en el juego se hace tan evidente de forma tan sencilla.

Esta carta es una carta de agradecimiento a toda tu labor, a los libros, al juego y al magnífico programa de Coaching. Yo puedo decir que todas estas enseñanzas están cambiando mi vida totalmente, que ahora soy consciente en cada instante del poder de mi mente y de cómo mis pensamientos construyen mi realidad. He ordenado mi economía reduciendo muchísimo los gastos y ordenando los ingresos. He aprendido que no quiero gastar mi dinero en “cosas” y que sin una misión que te apasione y que ayude a mejorar la vida de los demás, la vida no tiene sentido y se vuelve absurda y complicada. Solo cuando nos enfocamos en lo que más nos gusta hacer y le encontramos un sentido altruista es cuando todo se ordena y el éxito viene solo.

Me encanta leer y releer tus libros y hasta que no había empezado con el programa Rich Dad creía que era muy trabajadora, me he dado cuenta de que era muy perezosa porque me pasaba el día trabajando de aquí para allá, sin sentarme a pensar cuales eran las acciones más importantes que tenía que hacer para llegar a la meta. Ahora he detenido toda esa acción sin sentido y paso cada día muchas horas trabajando el programa y los módulos para adquirir conocimientos muy importantes y sobre todo aprender a pensar y dejar de ser ese pobre leñador que teniendo que talar un bosque ni siquiera encontraba tiempo para afilar su hacha.

En estos últimos meses me han ocurrido muchas cosas: mi marido ha tenido que cerrar su empresa, mi hermano ha tenido un accidente y ha estado a punto de separarse de su mujer, yo me he separado de mi socia, he tenido un incendio en casa y dos siniestros de agua, nos han robado en la tienda entrando por la noche un encapuchado y mi madre se está muriendo. En todas estas cosas siempre he encontrado una luz para seguir caminando y en todo he encontrado algo para dar gracias a Dios, porque todo se ha tornado en un gran bien. Hasta la agonía de mi madre representa el final de una larga enfermedad de más de 12 años y tengo la suerte de poder pasar muchas horas cada día a su lado. La vida es como una carrera de obstáculos y lo importante no es solo llegar a la meta sino saber disfrutar en el camino porque te sientes parte de un gran equipo, el mejor. Yo sigo cada día adelante con energía porque no me siento sola, y vosotros significáis mucho en el gran equipo que he formado para ganar esta carrera. El programa de Rich Dad es el mejor programa de Coaching financiero del mundo y por eso tengo la certeza de que conseguiré mis objetivos y trabajo duro cada día para no defraudaros.

GRACIAS POR ESTAR AHÍ, por tu trabajo y tu entrega para ayudarnos a tantas personas a sacar la mejor versión de nosotros mismos.

SIGUE ADELANTE¡¡. En estos momentos de crisis mundial se necesitan más que nunca personas como tú que con tu visión y tu claridad nos enseñas a los demás a crear empleo y crear empresas basadas en la ética y con una MISIÓN que contribuya a mejorar el mundo.

— Caridad R. V., España

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